Agotado

San Jerónimo oye la trompeta del Juicio Final

Categoría:

Descripción

Artista desconocido de los siglos XVII-XVIII
San Jerónimo oye la trompeta del Juicio Final
Firmado y fechado abajo a la izquierda (en la base del crucifijo) Herm. Veltman fecit 1719
Óleo sobre lienzo
Dimensiones sin marco: 102,5 x 76,5 cm.
incl. marco: 126 x 99 cm.

En buen estado, limpiado profesionalmente, revestido.

Precio a consultar

Se representa a San Jerónimo en una cueva con un crucifijo, un león, un libro, un gorro rojo de cardenal y una calavera en la mano. Le sobresalta el sonido de la trompeta de un ángel que anuncia el Juicio Final. Se golpea el pecho con una piedra. La autoflagelación de San Jerónimo con una roca era una práctica de ascetismo y mortificación destinada a domar sus deseos internos y resistir a la tentación. Este acto de dolor autoinfligido pretendía purificar su cuerpo de los impulsos impuros que contradecían su doctrina religiosa.
San Jerónimo es representado a menudo con un león en el arte debido a una leyenda popular. La historia, relatada en la Leyenda Dorada, cuenta que Jerónimo vivía cerca de un monasterio cuando un león se acercó cojeando. Los demás monjes huyeron, pero Jerónimo se acercó tranquilamente al león y descubrió que tenía una espina en la pata. Jerónimo le quitó la espina y el león, agradecido, se convirtió en su devoto compañero.

Las pinturas de San Jerónimo fueron un tema popular en el siglo XVII. Jusepe de Ribera, también llamado Lo Spagnoletto, creó dos grabados que representan a San Jerónimo en el desierto, interrumpido por el sonido de una trompeta. Una de las primeras representaciones de San Jerónimo data de 1616-17 y fue pintada para uno de sus mecenas en Nápoles, Pedro Téllez Girón, duque de Osuna. En esa obra, San Jerónimo aparece meditando con una calavera en la mano y tumbado en el suelo de su cueva, escuchando la trompeta del Juicio Final que toca un ángel. Otro lienzo de 1626, conservado en el Hermitage de San Petersburgo, representa el mismo tema, pero con una composición diferente. En esa obra, el santo, rodeado de sus símbolos, incluido el león, es interrumpido en sus labores por un ángel con un instrumento musical.

es_ESES